La forja de cuchillas siempre ha tenido un fuerte componente místico en la historia de la cultura. Esta es la única manera de explicar por qué los productos han sido refinados a menudo mucho más allá de su valor de utilidad. El apasionado esfuerzo por la perfección que caracterizaba la posición de los espadachines samuráis todavía se puede encontrar hoy en día entre algunos cuchilleros. Estos Hocho perfectamente formados son creados en la herrería tradicional de Yoshikazu Tanaka. Combina un acero al carbono de alta pureza y múltiples pliegues con una capa de corte de acero de papel azul para crear hojas excepcionales con una dureza de 61 HRC. El resultado es convincente, con una clásica imitación de aluminio en el costado y una impresionante nitidez en el borde. El mango octogonal está hecho de ébano de Makassar, una madera preciosa muy densa, resistente a los colores y al paso del tiempo, y está rematado con una pinza de cuerno de búfalo. En total, la hoja consta de 15 capas, con un afilado unilateral para los diestros, no inoxidable.